Tigres dorados

Tigres dorados

El tigre dorado es una variación cromática extremadamente rara de los felinos, y no se considera una subespecie aparte. Este tigre se caracteriza por su hermoso color leonado de piel (o dorado pálido), con franjas de naranja claro y un vientre pálido (en ocasiones blanco) al igual que las extremidades. En cuanto a su pelaje, este es más grueso y suave que el de otros tigres, dándole un aspecto único y elegante. Por lo general, un tigre dorado (o tigre de fresa como también se le conoce) puede considerarse como una versión diferente en cuanto al color, con respecto al tigre de Bengala.

Tigre dorado

Curiosamente, el tigre dorado suele ser considerado mucho mayor en tamaño que el tigre de Bengala. Cuando estas dos especies se aparean, las crías pueden ser de color blanco, ya que esta variedad de tigres posee los genes del Tigre Blanco. Desafortunadamente, el tigre dorado, según las estimaciones científicas, solo existe actualmente en condiciones de cautiverio, e incluso en estos ambientes protegidos, apenas podemos contar con 30 (quizás menos) de estos ejemplares, lo que demuestra la gran rareza de esta especie.

No obstante, existen más tigres que portan los genes de la especie (a pesar de que no muestran las características físicas particulares de estos tigres), lo que supone una ligera mejoría a las probabilidades de asegurar su existencia. Cuánto mayor sean las condiciones de aparear estos tigres entre sí, mayores ocasiones existirán de producir otras variaciones de colores, aunque esto no es algo que pueda garantizarse del todo.

Imagen de un tigre dorado

En otros aspectos, el tigre dorado es conocido por su gran inteligencia, lo que los convierte en mascotas ideales para propietarios privados y zoológicos. En términos genéticos, este tigre posee los genes de un felino naranja, pero además porta dos copias de gen recesivo mucho más amplio. De esta manera, podemos explicar las marcas blancas y rubicundas tan hermosas que posee. Por lo general, un tigre de fresa es el resultado del apareamiento en zoológicos de un tigre blanco con un tigre común, ya sea de manera intencionada o accidental.

El primer tigre dorado nacido alguna vez en cautividad, se produjo a partir de dos tigres de Bengala criados en 1983 dentro de las Atracciones de Animales Adriáticos, en Florida. Uno o ambos de estos padres llevaba el gen referente a la variación de color, pero ninguno de ellos mostraba estas características tan particulares. Por lo tanto, el nuevo cachorro constituyó toda una sorpresa para los trabajadores del parque.

Debido a que estos animales no se consideran una subespecie individual de tigre, la mayoría de los biólogos y científicos no dedican su tiempo, esfuerzo y presupuesto para estudiar y proteger al tigre dorado. Sin embargo, en los parques zoológicos y áreas protegidas donde habitan estas criaturas, se valoran mucho por su belleza e inteligencia.

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