Nacimiento de los cachorros de tigre

Nacimiento de los cachorros de tigre

Después de un período de gestación de 16 semanas (alrededor de tres meses y medio), un tigre da a luz a una camada que puede tener entre tres y cuatro cachorros. Se han conocido algunas de hasta siete, pero es poco probable que todas las crías sobrevivan.

Con carácter preventivo, una tigresa gestante prepara “hogares” apartados, protegidos de otros depredadores y de la intemperie, para dar a luz y refugiarse junto a sus descendientes en los primeros días y meses tras el alumbramiento.

Estos sitios suelen ser cuevas, grietas, zonas de hierba densa e incluso hasta huecos de árboles grandes. Como quiera que fuesen, a la madre le importará que tengan una estera de hierba suave o hojas en las que pueda realizar el parto cómodamente.

Cuando nacen los cachorros, la hembra está sola; el padre por lo general no tiene nada que ver con el nacimiento o la cría de su progenie.

Cachorros de tigre

Características y datos esenciales sobre los cachorros

Los cachorros nacen con los ojos cerrados y, por tanto, ciegos. Son totalmente dependientes de su madre para todas sus necesidades. Sus ojos se abren entre los seis y 12 días después de nacidos. Pueden pesar entre 780 y mil 600 gramos.

Si una camada de cachorros muere por cualquier razón, la hembra puede intentarlo nuevamente en un plazo de cinco meses. La tasa de mortalidad de los cachorros de tigres pequeños es muy alta, y sólo la mitad de los nacidos suelen sobrevivir para alcanzar la madurez.

Cuidado de los cachorros tigre

La madre no abandona a sus cachorros ni los deja sin atención durante los dos primeros meses de su vida. Si tiene que moverlos a un lugar más seguro, los lleva suavemente en su boca, agarrándolos por la piel de sus pequeños cuellos. Esto resulta asombroso, teniendo en cuenta el gran poder de las mandíbulas y dientes de los tigres, diseñados especialmente para la depredación.

En cada camada es probable que haya un cachorro dominante. Habitualmente ese rol lo ocupa un macho, el más grande y fuerte, aunque en ocasiones puede hacerlo un cachorro hembra también. Este dominante es quien dicta los tiempos del grupo, o lo que es lo mismo, quien dice cuándo deberían dormir, jugar y comer.

El cachorro dominante es el que más come y es favorecido por la madre. Ocupa esa responsabilidad hasta que todos salen de la tutela materna para ser independientes.

Por naturaleza, los cachorros de tigre son juguetones y bastante activos. Saltan unos sobre otros y persiguen cosas como hierbas arrastradas por el viento e incluso la cola de su madre. De igual forma ruedan unos con otros en posiciones de combate simuladas y saltan a través de las altas hierbas de manera enérgica.

Cachorro tigre y su madre

Las crías de tigre beben la leche de la madre hasta que tienen alrededor de dos meses de edad. De hecho, el cuidado de ellos ocupa aproximadamente el 70 por ciento del tiempo de la madre durante los primeros meses.

A las seis u ocho semanas de nacido es que empiezan a comer alimentos sólidos, tiempo en el que además empiezan a salir de la protección de su guarida y su madre los enseña a cazar sus propias presas, aunque sin que tengan que abandonar del todo el terreno del refugio, pues aún no están preparados para seguir a la adulta cuando va en busca de presas lejanas relativamente. Ese nivel de madurez lo alcanzan aproximadamente a los seis meses de edad.

Los cachorros machos son más aventureros que sus hermanas, lo que puede dar cuenta de por qué la tasa de supervivencia de las hembras es más elevada. No obstante, las principales amenazas para los cachorros de ambos sexos son los depredadores, incendios e inundaciones.

A medida que crecen y se vuelven más aventureros, sus amenazas cambian. Muchos son asesinados como consecuencia de alguna herida que recibieron durante su formación para la caza.

Para entrenar a los cachorros en el arte de cazar, la madre primero simula acciones para que los pequeños aprendan sus técnicas y la imiten una vez llegado el momento. A continuación, puede hacer caer a un animal, pero no acaba con él para que sean ellos quienes terminen la matanza antes de ingerirlo.

¿Cuándo se vuelven independientes?

A partir del dominio que demuestren en el aprendizaje y ejecución de las técnicas de la especie, la madre decide que están listos y los deja practicar por su cuenta. Por lo general, se le permite emprender sus propias cacerías a los 18 meses de edad, para luego entre los 24 y los 30, ser dejados a su propia voluntad de vida y acción.

Cuando esto último sucede, las hembras encuentran mayormente su propio territorio en las cercanías del de su madre, mientras que los machos sí tienden a alejarse más.

Dado estos lapsos de tiempo, es que una tigresa puede dar a luz a una nueva camada, en condiciones de vida naturales, cada dos años y medio.

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