Los tigres hacen un uso amplio de su visión para las funciones y aplicaciones diarias (casi de la misma manera que los seres humanos), pero sobre todo para la caza durante la oscuridad de la noche o la limitada visibilidad del atardecer o las tormentas
Durante el día, la vista del tigre es más o menos igual a la calidad que nosotros disfrutamos. En comparación con muchos otros animales, esto es bastante impresionante. Sin embargo, los tigres no son capaces de percibir el detalle que nosotros podemos, ya que esto no es necesario para sus fines.
También al igual que los humanos, los tigres tienen visión binocular. Esto permite que sean capaces de utilizar su sentido de la percepción de profundidad para juzgar distancias, brindándole a sus acciones de abalanzarse y saltar una distintiva exactitud. Si ellos no fueran capaces de calcular las distancias así como lo hacen, podrían lesionarse o perder sus presas, en lugar de capturarlos y matarlos rápidamente. Los ojos del tigre están situados en la parte frontal de su cabeza, y no a los lados. Esto ayuda con la percepción tridimensional y la percepción de profundidad, ya que ambos ojos ven por delante.
Los tigres cazan principalmente durante las horas de la tarde y de la noche, cuando la visión de sus presas se hace débil. Por esta razón, su visión de noche es excelente; alrededor de seis veces mejor que la de los seres humanos. Hay varias adaptaciones dentro del ojo que permiten esto:
La membrana nictitante está presente en los tigres, además de los párpados superiores e inferiores. Esta membrana puede barrer a través del ojo, manteniéndolo limpio y húmedo.
En una vida dominada por la necesidad, el sentido de la vista del tigre es una parte esencial de su propia supervivencia.