Tigres de Bengala

Tigres de Bengala

El tigre de Bengala (Panthera tigris tigris or Panthera tigris bengalensis) se conoce en ocasiones como el tigre Real de Bengala y es una subespecie de tigre, la más común y la segunda en tamaño.

Se encuentra mayormente en Bangladesh y la India, países en los que es el animal nacional, y también en Nepal, Bután, Myanmar y el sur del Tíbet. Puede habitar en pastizales, bosques subtropicales y tropicales, bosques de matorrales, caducifolios húmedos y secos, y manglares.

Características

Un macho promedio de bengalensis pesa alrededor de 420 libras (191 kilogramos) y tiene una longitud corporal hasta la cola, que mide por sí sola cerca de tres pies (91.44 centímetros), de seis pies (2.74 metros). Una hembra por su parte puede pesar 310 libras (141 kilogramos) y medir hasta ocho pies de largo (2.43 metros) incluyendo la cola.

Tigre de bengala nadando

Los tigres de Bengala son increíblemente fuertes y son capaces de arrastrar a sus presas casi media milla, a pesar de que en ocasiones estas le superen en tamaño y peso.

El pelaje de esta subespecie puede tomar una variedad de colores. El estándar es de color naranja con rayas negras, que bajan a los lados, mientras que las dos variaciones más comunes son el tigre de Bengala blanco y el atigrado de oro.

El tigre de Bengala blanco, como su nombre lo indica, es blanco, ya sea con rayas marrones o negras que bajan a los lados, mientras que el dorado es de un color amarillo blanquecino, con rayas de color ámbar que bajan igualmente a los lados.

Los tigres tienen grandes colmillos para matar y mutilar a sus presas. Los de Bengala tienen los colmillos más largos de cualquier felino viviente al medir aproximadamente 4 pulgadas (10 centímetros) en ejemplares de gran tamaño.

Un colmillo de un tigre es más grande y más largo que el de un león de tamaño similar. Los bengalensis también tienen grandes garras retráctiles, que les permiten subir por los árboles para matar a sus presas. Esto, unido a sus rayas, excelentes para el camuflaje, y a su excelente visión y una buena audición, constituyen las principales adaptaciones para constituirse en excelentes cazadores.

Tigre de bengala descansando

Comportamiento

Esta subespecie es mayormente solitaria. Sin embargo, a veces podemos hallar en ejemplares que viajan en grupos de tres o cuatro miembros.

Los tigres bengalensis residen en zonas de tierras bajas de la selva, donde hay pastizales y pantanos. Algunos individuos machos ocupan 200 millas cuadradas de territorio, las que protegen muy ferozmente.

Estos animales son muy fuertes y pueden arrastrar a sus presas cerca de mil 500 pies (cerca de 46 metros) para ocultarlas en arbustos o hierba alta, hasta que quiera alimentarse de ella. Son nocturnos por sus hábitos: duermen todo el día y cazan por la noche.

A pesar de su tamaño, los tigres de Bengala se suben a los árboles con eficacia. Sin embargo, no son tan ágiles como el leopardo más pequeño, que es capaz de ocultar en los árboles a sus presas de otros depredadores.

Esta subespecie está capacitada también para nadar adecuadamente y con frecuencia, accionas que emplea para emboscar, beber, o desplazar por el agua a una presa que persiguió también en ese ámbito.

Los bengalensis disfrutan mucho jugar y a menudo participan en juegos de lucha.

Tigre de bengala cazando

Dieta

Los tigres son carnívoros. Cazan animales medianos y de gran tamaño, como el jabalí (un mamífero omnívoro), sambar y barasingha (especies de ciervos), chital (ciervo manchado), nilgai (una variedad de antílope), gaur (un gran buey de Asia del Sur) y búfalos de agua.

Los tigres de Bengala a veces capturan animales más pequeños como liebres, monos o pavos reales y carroña. También se han registrado casos raros de tigres de Bengala que han cazado elefantes asiáticos jóvenes y crías de rinocerontes.

De igual forma, también pueden ir a la caza de otros depredadores como leopardos, lobos, chacales, zorros, cocodrilos y dhole (una especie de perro salvaje), aunque ninguno de ellos es normalmente una parte importante dentro de la dieta de los tigres de Bengala.

Esta subespecie mata a sus presas mediante el desgarramiento de la médula espinal, método preferido para presas pequeñas, o de la garganta para provocar la asfixia, en el caso de las grandes. Puede consumir hasta 30 kilogramos (66 libras) de carne en una ingesta y luego sobrevivir hasta tres semanas sin comida.

Esperanza de vida

El tigre de Bengala puede vivir hasta 18 años en cautiverio y probablemente un par de años menos en la naturaleza.

Tigres de bengala apareándose

Reproducción

Las hembras suelen tener sus primeros cachorros a los tres o cuatro años de edad. La gestación transcurre durante tres o cuatro meses, tiempo tras el que da a una camada de dos a cinco cachorros como promedio, aunque no es raro que puedan ser seis o solo uno.

Los cachorros recién nacidos son ciegos al nacer y pesan unas dos o tres libras.

Estas crías son muy juguetonas y conservan una naturaleza curiosa toda la vida. Desde el momento del nacimiento hasta un año, los cachorros de tigre también son completamente dependientes de su madre por la nutrición.

A la edad de un año, son capaces de matar a presas pequeñas, pero siguen siendo muy vulnerables a depredadores más grandes como las hienas y leones. Ya a los dos años, se vuelven totalmente independientes, cuando los cachorros machos abandonan su lugar de nacimiento y comienzan a buscar su propio territorio, mientras las hembras generalmente se quedan en la misma zona que su madre.

Un cachorro tiene más rayas que un tigre adulto. Esto ayuda a que su camuflaje pueda ser más perfecto, como alternativa a la posible vulnerabilidad que presentaría ante el ataque de otros animales.

Conservación

Los tigres de Bengala son una especie en peligro de extinción. La población actual de individuos salvajes en el subcontinente indio está estimada en alrededor de mil 300 o mil 500, lo que es menos de la mitad de la estimación anterior de tres mil a cuatro mil 500. Una de las razones de esta disminución es la caza excesiva por parte de cazadores furtivos, así como la pérdida de su hábitat.

Los cazadores furtivos matan tigres no sólo por sus pieles, sino también para la obtención de varios componentes, como huesos y dientes, usados en la medicina tradicional de Asia oriental bajo la creencia de que pueden proporcionar al paciente o beneficiario de la resistencia y fuerza de un tigre.

Otros factores que contribuyen a su pérdida son la urbanización y el asesinato como venganza, lo que ocurre en lugares donde los agricultores han sido afectados por ataques de los tigres a su ganado.

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